Llegamos a la "praza da Quintana" con ganas de comer.
Este año sobre vivimos a los camareros (bastante antipáticos) de la Crepería, gracias a que la comida estaba bien rica.
Como los cafés no llegaron, pasamos el rato jugando con la tableta.
Tomando el fresquito en la Catedral.
El Kilómetro cero del camino de Santiago.
No hay comentarios:
Publicar un comentario